Cafe de Cero







CAFÉ EN MODO RESIDUO CERO DESDE EL INICIO HASTA EL FINAL



Pero como este es un artículo en positivo, como intento que sea siempre, voy a recopilar, desde el inicio hasta el final, todo lo que sé sobre el café en modo residuo cero.

1 – INTENTA COMPRAR CAFÉ DE COMERCIO JUSTO

En la medida en la que tu bolsillo pueda, claro. Sé perfectamente que tiene un precio superior al del resto de cafés que hay en el mercado, pero es un producto que respeta el medio ambiente de los países productores y la mano de obra que lo recolecta.

Es un asunto muy controvertido porque es cierto e innegable que, aunque sea un producto de comercio justo viaja muchos kilómetros hasta tu mesa, pero ¿qué café viaja menos cuando quiere llegar a Europa?

2 – O CAFÉ DE UNA FÁBRICA LOCAL

En Europa no hay café local, que yo sepa. En España menos. Pero puestos a comprar un café que no sea de comercio justo yo elijo uno que se tueste y se empaquete lo más cerca posible de mí.

Como te decía arriba el café no es un producto excesivamente sostenible, pero si se prepara en un lugar cercano sigo restando kilómetros.

En mi caso, además, se trata de un productor pequeño, no de una de las grandes marcas. Fíjate en eso si quieres comprar café de esta manera, porque hay marcas poco conocidas que tuestan más cerca.

3- O CAFÉ A GRANEL

Como afortunadamente han proliferado las tiendas de productos a granel, es posible que encuentres alguna que venda café en grano, al menos si vives en una ciudad.

En mi experiencia, comprar café a granel suele ser un poco más caro aun que comprar café de comercio justo, pero la calidad es estupenda. Además lo compras a una tienda pequeña que prima las compras sin envase, o con envases muy reducidos. Puede ser un café para un momento especial, o para los domingos, y si te gusta el café notarás la diferencia.

4- TÓMATE EL CAFÉ EN LA CAFETERÍA

Sí, como antes. Entras en la cafetería o en el bar, pides el café, si vas con prisa lo pides templado, te lo tomas, pagas y te vas.

O haces un poco de tiempo para llegar antes a la cafetería y desayunar tranquilamente antes de entrar a trabajar.

O quedas con esa amiga un rato más y os sentáis tranquilamente a tomaros el café mientras os contáis vuestra vida, en lugar de andar por ahí con una taza de cartón en la mano pasando frío (o calor) por la calle.

5 – O LLEVA TU TAZA REUTILIZABLE

Si de verdad quieres ese café para llevar y no te lo puedes tomar en la cafetería, lleva tu taza reutilizable a mano.

No debes tener vergüenza a la hora de pedirlo en tu taza, porque no estás pidiendo nada malo. Pero si te ponen alguna pega, lo que puedes hacer es que te lo sirvan en una taza o vaso normal, y tú te lo echas en la tuya. ¡Listo!

6 – HAZLO EN CAFETERA ITALIANA


Ni siquiera voy a mencionar las cápsulas de café en este artículo porque no las considero opción sin residuo, por más que hayan habilitado puntos de reciclaje para las más famosas del mercado y nos digan, por activa y por pasiva, que son reciclables. Para mi gusto la mejor opción sin residuo es la cafetera italiana.

Claro, que si tienes una cafetera tan estupenda que haga espresso en tu casa, mejor aún… porque sería sin residuo extra, y muy rico.
7- O PREPÁRALO EN PUCHERO, COMO MI ABUELA Y COMO LA TUYA

Es la manera en que la yo preparo café cuando no tengo la cafetera. Consiste en hervir agua, y cuando esté hirviendo, apartarla del fuego para echar el café molido (una cucharada por persona, o al gusto). El café no tiene que hervir, tiene que reposar en ese agua. Es el mismo sistema que si tuvieras una cafetera de émbolo.

Luego se cuela con una manga de tela (las venden en ferreterías) y se bebe como se prefiera.

Hay quien dice que este café no sabe igual, que les gusta más cualquier otro. No lo dudo, es un café diferente, yo diría que más flojo, pero depende, como todo. Sobre todo depende de tu gusto, y también del café que le eches.

8- O COMPRA FILTROS DE CAFÉ COMPOSTABLES

Esto aplica a las cafeteras que en España se llaman «americanas», las que requieren filtros de papel. Igual que en el caso de las bolsas de té, existen filtros de café compostables que pueden convertirse en compost sin riesgo alguno. Si tienes este tipo de cafetera puedes optar por ellos.

9- UTILIZA LOS POSOS

Esto es fundamental y es bueno tenerlo en cuenta porque se trata de un asunto de concepto. Los posos de café, aunque sean un producto de (aparente) desecho pueden tener vida por delante. Por eso, y da igual lo que diga quien sea, se pueden usar una vez los extraemos de la cafetera o los colamos con la manga de tela.

Puedes echarlos a las macetas que tengas en casa. A tu cuerpo le viene bien exfoliarse con un producto como ese, y a la tierra de tus plantas les viene bien también ese alimento.

Te decía eso de «da igual lo que diga quien sea» porque, cuando hablamos de aprovechar este tipo de subproductos entran en juego muchos prejuicios, sobre todo los relacionados con nuestro estatus económico. No pasa nada por utilizar estos posos de esta manera: no quiere decir nada sobre tu economía, más bien quiere decir que te preocupas por el planeta y sus recursos limitados. Sé que lo sabes, pero te lo recuerdo por si acaso.

10- O COMPÓSTALOS

Es lo mismo que echarlos en las macetas de tu casa. Porque podría darse el caso de que ya hayas utilizado los posos como te describo arriba, o de que no puedas hacerlo. Estos son unos residuos que son perfectamente compostables y que enriquecen el compost que estés fabricando con tus residuos vegetales. Es el paso final para un café sin residuo.



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